Último domingo de estancia en Oundle e íbamos a realizar una excursión algo peculiar, y no por el destino o cualquier otra circunstancia banal, si no porque era la primera excursión que realizaríamos separando al grupo en dos.
La mitad de los alumnos fueron con la seño Alba a los estudios de Harry Potter, mientras que la otra mitad se marchó con el profe José Antonio al parque de atracciones Thorpe Park.
El grupo que se marchó a los estudios de Harry Potter hicieron una parada durante el viaje para visitar el pueblo de Albans, un pueblo pequeñito pero encantador donde nuestros alumnos visitaron la catedral y se fueron de tiendas después, visitando una librería que era una maravilla porque era enorme y los alumnos compraron muchas cosas allí.... Al rato prosiguieron con el viaje hasta llegar a los estudios de Harry Potter.
Mientras, en el otro bus, iba la otra mitad del grupo. Aquí no hubo paradas, dos horas seguidas rumbo a nuestro destino, y como de costumbre..... más reguetón.... Pero la ilusión que les suponía ir a un parque de atracciones hizo que el viaje se pasará volando.
Una vez en Harry Potter , la visita hizo las delicias de todos, desde los fans incondicionales de las películas del mago, hasta de los más escépticos que pensaban que esa excursión no iba a gustarles nada. Visitaron decorados originales de la película, vieron las ropas que se utilizaron en toda la saga, completaron un pasaporte que les dieron al principio para ir encontrando sellos durante todo el recorrido, haciéndose foto con todo y con todos, y al final hicieron las delicias comprando en la tienda que había a la salida, una tienda gigantesca con todo lo inimaginable sobre la franquicia.
Mié tras en Thorpe Park, los nenes se lo pasaban en grande montándose en todo lo que había, montañas rusas que hacen que la adrenalina escalando el Everest sea solo un complejo vitamínico al lado de lo que puedes sentir montandote en ellas.... Y lo mejor de todo, el parque tenía una playa artificial.... Después de más de cuatro horas yendo de atracción en atracción, tocaba refrescarse, así que nos fuimos una hora a disfrutar de la piscina. Hacia tanta calor que en ningún momento nos importó que la parte más honda de la piscina te cubriera hasta por encima del tobillo, nos duchamos, y nos tumbamos en el agua donde estuvimos charlando un buen rato juntos.
Terminadas las dos visitas, tocaba volver al autobús y de vuelta a casa, otras dos horitas de viaje, pero con la satisfacción de haberlo pasado en grande.
Spectrum Patronum, por el poder de los sabios....
... Seguiremos informando.
